Algunas de las ventajas de la biomasa son comunes a otras formas de energía renovable, como la seguridad de suministro o la disminución de emisiones
de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la biomasa tiene otras ventajas que le son específicas, como su potencial de creación de empleo, desarrollo
económico de zonas rurales o disminución de riesgo de incendios forestales.
Como señala Eurobserv´ER (2011), la biomasa sólida ha demostrado ser un valor a prueba de recesión económica, así como una cobertura frente a la inflación.